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Durante el mandato anterior del gobierno, se tomó la decisión de cambiar el tamaño de la Administración flamenca debido a las restricciones presupuestarias, lo que trajo consigo que el número de empleados públicos se redujera en un 6,5%. Durante el actual período de gobierno, sólo durante 2019, el empleo en esa Administración se vio mermado en otros 1.950 empleados públicos. Esta disminución de los empleados estaba vinculada a la decisión del Gobierno flamenco de invertir en digitalización. La investigación doctrinal demostró que los recortes de personal se realizaron prescindiendo de la negociación colectiva y que los empleados tuvieron serias dificultades para finalizar su trabajo dentro del tiempo regular de trabajo pactado. Además, se ha demostrado que en ese contexto, los empleados pudieron apreciar un significado cambio en el equilibrio entre la vida laboral y la personal y familiar, lo que les provocó estrés (tecno) y agotamiento. Si bien la digitalización y el trabajo inteligente pueden ser beneficiosos para los empleados, el artículo muestra que la balanza puede volcarse fácilmente y que el empleado se ve afectado en las áreas mencionadas anteriormente, por lo que las herramientas legales disponibles no son suficientes. Es necesario instalar una base legal adicional para el derecho de desconexión en el sector público y una base más sólida para la negociación colectiva, con instrumentos vinculantes.
During the previous term of government, the decision was made to resize the Flemish Administration due to budgetary constraints, and the number of public employees was decreased by 6.5%. During the current term of government another 1,950 public employees were to be cut by 2019. This decrease in employees was linked to the decision of the Flemish Government to invest in digitalization. Research showed that the staffing cuts were made without collective bargaining and that employees had a difficult time finishing their work within their normal stipulated working time and saw their work life balance shift, which lead to (techno) stress and burn-outs. While digitalization and smart working can be beneficial to employees, the article shows that the scale can easily tip over and that the employee is affected in the abovementioned areas are and that the legal tools at hand are not sufficient. A further legal basis for a right to disconnect in the public sector and a stronger foundation for collective bargaining, with binding instruments, needs to be installed.
