Estos dos acuerdos Euromediterráneos de asociación (con Argelia y Líbano) se firmaron bajo Presidencia española a comienzos de 2002 y con ello se ha completado prácticamente (aunque Siria sigue en proceso de negociación) la primera fase de la arquitectura del Partenariado Euromediterráneo, la referida a las relaciones bilaterales de la UE con cada uno de sus socios. Su conclusión ha permitido abrir una nueva etapa de reforzamiento del Proceso de Barcelona.