Rafael Doménech Vilariño, Miguel Jiménez
Aunque la crisis iniciada en el verano de 2007 parecía que iba a tener efectos muy limitados sobre la UEM en comparación con Estados Unidos, los países de la eurozona sufrieron en 2009 la mayor caída de su actividad desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La recuperación iniciada en el segundo y tercer trimestre perdió fuelle en la parte final de 2009 y a principios de 2010, y parece claro que la salida de la crisis será lenta, difícil e incierta, y tendrá efectos a largo plazo sobre todos los países de la zona en sus niveles de endeudamiento del sector público y en el potencial de crecimiento económico. La crisis económica de los dos últimos años ha supuesto una prueba muy importante para la zona euro. La existencia de una moneda común ha permitido que países con situaciones de partida muy diferentes en términos de los desequilibrios acumulados en el período de expansión previo a la crisis hayan podido contar con un margen de maniobra impensable en términos de políticas fiscales y monetarias fuera de la UEM. No obstante, esa elevada heterogeneidad y las asimetrías existentes obligan a implementar estrategias de salida muy diferentes entre sus miembros, puesto que ese margen no es ilimitado, y a mejorar las reglas y los sistemas de alerta que eviten en el futuro la generación de desequilibrios que puedan poner en peligro la estabilidad macroeconómica del conjunto de la UEM.
Although the crisis that began in 2007 seemed to have limited effects on the MEU comparing withUSA, the euro-zone states suffered in 2009 the greatest fall in their activities since the II World War.The recovery starting in the second and third quarter of the year decreased at the end of 2009 andbeginning of 2010. It seems quite clear the recovery is going to be slow, hard and uncertain, and willhave long term effects on all European countries public debt levels and economic growth potential.The economic crisis of the last two years has meant a very important test for the eurozone. The exis-tence of a common currency made countries that started with different situations regarding theaccumulated disequilibrium during the expansion period before the crisis, to have the possibility tocount with a leeway unthinkable in terms of fiscal and monetary policies outside the MEU.Nonetheless, that heterogeneity and the existing asymmetries forces us to implement very differentstrategies of recovery among EU members, since that margin is not unlimited, and to improve therules and alert systems to avoid future generation of disequilibrium that might put the MUE macro-economic stability at risk.