El artículo trata de bosquejar la nueva situación en la que desemboca la compleja relación entre los medios de comunicación y el terrorismo internacional, hasta los años noventa definida por los expertos como simbiótica. En este entorno inédito, caracterizado por acciones terroristas cada vez más letales, de componentes más religiosos y cuyas autorías son menos reivindicadas, los vínculos entre el mundo mediático y el del terrorismo precisan de una nueva reconsideración que nos permita situarnos ante este escenario sin precedentes, donde el quehacer de los medios queda absolutamente modificado. La clarificación de este cambio es fundamental para poder enfrentarnos a trabajos de investigación que aborden este tema específico, el cual se encuentra actualmente en un lugar privilegiado de la agenda política internacional.