Ana Lago Moreda
La señal de alarma ha saltado. Nuestro planeta nos está avisando. Sufre estrés térmico, y esto va a repercutir directamente sobre el empleo y la productividad. Según la OIT en el año 2030 se perderá 80 millones de puestos de trabajo y 2,4 millones de dólares a escala mundial. Una advertencia que no se puede tomar a la ligera y que necesita medidas urgentes.