Ana Lago Moreda
Proteger a sus empleados es un deber moral que tienen las empresas, y especialmente cuando se desplazan al extranjero. Este compromiso va más allá de la LPRL y lo recoge la Declaración de Singapur. Un documento que se encuentra respaldado por 200 empresas, y que se ha convertido en una plataforma pública para que las organizaciones eleven el nivel de seguridad de las personas desplazadas. La dirección de Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH), se ha adherido a esta iniciativa y, de esta manera, deja claro que la protección a los viajeros crea un entorno de trabajo más seguro y benefi cia a todos.