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Javier Caparrós Jiménez
Aunque todo trabajador tiene días en los que le embarga el estrés, es en gran medida responsabilidad de las empresas tomar medidas para prevenirlo y evitar que se convierta en el síndrome del trabajador quemado, un trastorno que se produce por vivir en una situación de presión continuada que acaba desmotivando e incapacitando al empleado.
