El modelo de racionalidad exclusiva ha caducado, ahora es el momento de poner en funcionamiento, al cien por cien, los dos hemisferios. Solo de esta manera, se podrá generar una simbiosis entre razón y emoción. Alianza que permitirá ampliar nuestra percepción, proporcionándonos una mayor perspectiva y confi anza ante las demandas que surgen, con el objetivo de ampliar las miras y transformar en retos alcanzables lo que antes veíamos como problemas insuperables o desmotivadores.