En pleno siglo XXI la tendencia laboral está cambiando, una nueva cultura empieza a tomar forma. Las pautas de comportamientos entre hombres y mujeres están evolucionando.
Es cierto que el sexo masculino sigue liderando, pero las féminas se empiezan a asomar cada vez con más frecuencia a esos puestos directivos, y no todas están dispuestas a sacrifi car su carrera profesional por su vida familiar. Para compatibilizar el ámbito laboral con el personal, y hacer posible esta cultura de libre elección, las empresas deben tomar conciencia e implementar medidas que fomenten ese equilibrio y además permitan, tanto a hombres como mujeres, poder elegir por convicción y no por tradición.