Clara Guillén Subirán
Nueve de cada diez habitantes de ciudades europeas están expuestos a niveles de contaminación atmosférica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera perjudiciales. La mala calidad del aire es un problema de salud pública que se traduce en enfermedades, muertes prematuras, en pérdida de horas de trabajo, en costes sanitarios... Según la OMS, la contaminación le cuesta a Europa 1,4 billones de euros, lo que equivale aproximadamente, a una décima parte de su producto interior bruto (PIB). Además, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera la contaminación del aire como un carcinógeno para las personas (Grupo 1).