Todavía falta un largo camino por recorrer para que la cultura preventiva sea asumida por todos los agentes del sector agrícola en general, y del aceitunero en particular. Es cierto que no lo tienen fácil, una fuerte estacionalidad y una elevada eventualidad de los trabajadores definen las características de un panorama realmente complejo, en el que los accidentes siguen ocurriendo.