Este artículo revisa argumentos en defensa de a cautela a la hora de utilizar beneficios fiscales en los tributos locales desde el punto de vista de la economía. Dado que estos se muestran como herramientas adecuadas sobre todo para contribuir al logro de objetivos redistributivos y estabilizadores, que estas metas aparecen como marginales en el ámbito competencial de los gobiernos locales y que los tributos locales son esencialmente impuestos de producto de naturaleza real, se concluye que el amplio despliegue de beneficios fiscales existentes en la actualidad debería verse repensado y sustancialmente reducido