Francis Mestries Benquet
Desde hace algunos años la agro-industrialización aparece como la máxima solución a todos los males de la agricultura mexicana: se asgura que es el único remedio para aumentar la producción agrícola, para crear empleos en el campo y para asegurar un mejor y menos costoso aprovisionamiento de la demanda alimenticia interna, es decir que la presentan como la panacea y la única vía de racionalización de la agricultura. Sin embargo se deben considerar las implicaciones que estos procesos pueden tener para la agricultura y la economía global de los países dependientes cuando están fundados sobre un modelo tecnológico extranjero.