México
En este trabajo trataremos de hacer énfasis en cómo independientemente de la naturaleza concentradora del capitalismo, el centralismo políticoadministrativo característico del Estado mexicano, ha determinado las políticas públicas y las formas de gestión administrativa con lo que se le imprimió al desarrollo nacional un sesgo particular que lo ha llevado a formas superconcentradas, que desde la década de los setenta distorsionan los procesos económicos, industriales, urbanos, demográficos, territoriales y ecológicos.