Sevilla, España
Con Greenberg, la abstracción pictórica resultó ser un arte liberado de su condición mimética y su carga afectiva. Pero con Adorno, la dimensión comprometida y emocional artística asomaría en este arte con carácter encriptado, atenuado hoy al afirmarse que la no figuración puede causar un dolor abierto y explícito. Dada la reciente rehabilitación además de las emociones negativas, este trabajo explora los medios por los que la abstracción expresa el asco, que como afecto físico y poco racional, sería contrapuesto a ella. El aspecto cognoscitivo últimamente reconocido desmiente esta suposición y la del arte abstracto como arte puro e insensible.