La tesis que argumentaré es que el vínculo entre las prácticas humanas y el arte es proporcionado por la noción de improvisación. La improvisación no es solo una técnica artística particular, sino, más generalmente, el paradigma del arte, porque muestra genéticamente tanto la especificidad como el valor del arte, es decir, el vínculo entre las prácticas humanas y el arte como específica práctica humana. El arte (como práctica humana específica) es una forma particular de improvisar (sobre) las prácticas humanas. La improvisación (en tanto que procedimiento artístico específico) es el tipo de producción artística en la cual las prácticas humanas subyacentes al arte saltan a un primer plano.