John Arbeláez Ochoa
La Misión Lebret del Centro Nacional de la Investigación Científica de París entregó en 1958 un detallado estudio sobre las condiciones de desarrollo de Colombia, y suministró una serie de recomendaciones para acelerar el desarrollo y la igualdad social y económica en el campo, entre las cuales se advertía que se debía realizar un cambio en las estructuras cuasi coloniales de la tenencia de la tierra. Esta recomendación fue acogida por los presidentes Alberto Lleras Camargo y Carlos Lleras Restrepo con la promulgación de varias leyes que acometían la tarea de efectuar una verdadera reforma agraria integral. Los saboteos a las propuestas de estos gobiernos, por parte de élites y terratenientes, dieron al traste con los intentos de reformas agrarias que, puestas en marcha, hubieran hecho innecesario e inútil el surgimiento de los grupos guerrilleros, la mayoría campesinos sin tierra, siempre sometidos, y de la respuesta paramilitar que desde hace 60 años o más azotan al país y que han convertido al expoliado campesino colombiano en objetivo militar por parte de guerrilleros, paramilitares y agentes del Estado. Los destructivos resultados económicos y sociales para el campo y para el país indican que ha llegado la hora de hacer las ansiadas reformas agrarias postergadas por décadas.