E. Javier Salazar Resines
Mucho se ha dicho, a favor y en contra, de la inteligencia artificial (IA). Parece ser que las opiniones en contra son en buena medida tangenciales y se dirigen disimuladamente en contra de las computadoras (el ataque directo suele evitarse porque el terreno de la computación se ha vuelto caso inexpugnable). Y el medio universitario no se escapa a esta desafortunada actitud. En charlas con profesores de diversas especialidades se escuchan diversos comentarios. Las opiniones a favor llegan exageraciones increíbles que crean confusiones y expectativas altamente infundadas.