Tania Sanmartín Álvarez, Pascual Gerardo García Macías, Ximena Songor
El dinero enviado por los migrantes y su posible correlación con el desarrollo o la disminución de la desigualdad en los países receptores de las mismas, es una falsa apreciación que ha impedido entender el desarrollo de los países. El siguiente artículo tiene como objetivo analizar si las remesas coadyuvan a disminuir las desigualdades en Ecuador y desmitificar la apología hecha a estos recursos. Para ello, se estima un coeficiente de Gini con y sin remesas, tomando como variables el ingreso total y remesas totales de la Encuesta Nacional de Empleo, Subempleo y Desempleo (ENEMDU) para el periodo 2007-2014. Los resultados muestran que, aunque son considerables los flujos de remesas receptados en la provincia de Azuay, la desigualdad del ingreso medida a través del coeficiente de Gini disminuye, pero en una mínima cuantía al momento de incluir las remesas en el cálculo del coeficiente, lo cual se explica principalmente por el uso o tipo de gasto al que se destinan estos flujos de dinero, ya que más del 75% del total cubren gastos cotidianos o de subsistencia de los hogares. Con referencia a las provincias de Guayas y Pichincha, las desigualdades no disminuyen ya que las diferencias presentadas al incorporar las remesas en el índice de Gini son ínfimas.