Sangolqui, Ecuador
La teoría del valor-trabajo, desde su postulación en las teorías clásicas (Smith: 1776, Ricardo: 1817) ha constituido un objeto de estudio de constante debate en la sociedad. Este artículo pretende abordar el problema de cómo las nuevas formas de producción también ponen en discusión la teoría clásica del valor-trabajo propuesta por Karl Marx (1858). Se hace un recorrido en su evolución desde la modernidad, concebida como la era industrial, hasta la sobremodernidad, en donde se forja una era digital. Mediante el método de revisión bibliográfica de algunos autores, se encuentra que, a pesar de los planteamientos Marxistas sobre la diferencia entre valor y precio del trabajo, sigue subyaciendo la medición de la riqueza en base al tiempo de trabajo que este involucra. La autora sostiene que la sociedad no ha logrado diferenciar los postulados Marxistas de los Ricardianos, pudiendo observar esta confusión en actos como fijar u organizar el horario semanal de trabajo, la edad para la jubilación, el tiempo muerto dentro de la empresa, la flexibilidad laboral, entre otras; sin embargo en la búsqueda de reducir la diferencia entre el tiempo de trabajo real y el tiempo de trabajo legal del proletariado y al constituirse en un sector social en crecimiento su efecto final ha sido una pauperización de las masas de obreros y trabajadores.
The theory of value-work, since its postulation in classical theories (Smith: 1776, Ricardo: 1817) has been an object of study of constant debate in society. This article intends to review the problem of how the new forms of production also discuss the classical theory of labor value proposed by Karl Marx (1857. A journey is made in its evolution from modernity, conceived as the industrial era, to overmodernity, where a digital age is forged. Through the bibliographic review method of some authors, it is found that despite the Marxist approaches on the difference between value and labor price, the measurement of wealth continues to predominate based on the working time involved. This allows us to raise the hypothesis that society has not been able to differentiate the Marxist postulates of the Ricardians and can observe this confusion when fixing or organizing the weekly work schedule, the age for retirement, the dead time within the company, labor flexibility, among others. However, in the quest to reduce the difference between the actual working time and the legal working time of the proletariat and in becoming a growing social sector its final effect has been a pauperization of the masses of workers.