Gerona, España
La situación de las cuidadoras familiares y no familiares que dedican las 24 horas del día al cuidado de las personas dependientes es una realidad a menudo oculta en la sociedad. Este artículo analiza la situación de las cuidadoras mediante un estudio de caso realizado en la comarca de La Garrotxa (Girona), una de las comarcas con índices de envejecimiento y sobre-envejecimiento más elevados de Cataluña, así como con un elevado porcentaje de población extranjera, que en algunos casos, se han dedicado a los cuidados de forma remunerada. La metodología utilizada es principalmente cualitativa. Se han realizado 20 entrevistas en profundidad, 10 a cuidadoras familiares y 10 a cuidadoras no familiares, así como un grupo de contraste con trabajadoras sociales. Los resultados muestran que las personas que se dedican las 24 horas del día al cuidado de las personas dependientes sufren unas condiciones de vida duras que las limitan especialmente en su vida personal y comunitaria, y que afectan de manera notable a su estado de salud. La mayoría de ellas lleva períodos prolongados de tiempo asumiendo las cargas de cuidado, con lo cual su situación es especialmente vulnerable. Entre las cuidadoras familiares destaca una sensación generalizada de agotamiento por desempeñar una tarea escasamente reconocida y para la cual no cuentan con demasiadas ayudas. Entre las cuidadoras no familiares son especialmente duras las condiciones de trabajo, estimuladas por la situación administrativa irregular, que no les deja margen para disponer de mejores condiciones o para trabajar en otros ámbitos.
The situation of family and non-family caregivers who provide 24-hour daily care to dependants is an often-hidden reality in society. This article analyses the circumstances of caregivers by means of a case study conducted in the region of La Garrotxa (Girona), one of the regions of Cataluña with the highest levels of old age and superannuation, as well as a high immigrant population that has dedicated itself in some cases to remunerated caregiving. The methodology used was principally qualitative, with 20 in-depth interviews conducted – ten with family caregivers and ten with non-family caregivers, as well as a comparison group of social workers. The results show that people who dedicate 24 hours per day to caring for dependant persons experience difficulty living conditions that place particular limits on their personal and social lives, and that have a notable impact on their state of health. The majority of these caregivers have been engaged in their roles for lengthy periods of time, making their situation especially vulnerable. Family caregivers emphasise a general sense of exhaustion due to performing a task with little recognition and a limited amount of support. Working conditions are particularly tough for non-family caregivers, stimulated by their irregular administrative circumstances that leave no room for access to improved conditions or work in different areas.