Este artículo estudia la comercialización de importaciones en Bogotá a finales del periodo colonial. Se reconstruyen las actividades de cuatro grupos de mercaderes, las cuales muestran la importancia de las redes familiares y su influencia política en la realización de sus negocios. Las redes de grandes comerciantes se conectaban con el mercado local a través de las tiendas de tratantes. Aunque el comercio de importación fue una actividad prestigiosa y rentable en el centro del virreinato, el volumen y valor de estos intercambios no se comparan con los llevados a cabo en otros espacios coloniales latinoamericanos de mayor desarrollo económico, lo cual es consistente con el reducido tamaño de la economía neogranadina.