Pese a un importante despliegue armado (operación francesa “Barkhane”, misión multidimensional de las Naciones Unidas, etc.), las masacres de civiles se multiplican en Malí y en toda la subregión. La causa desconocida de este atolladero: el Sahel se ha convertido en el coto privado de los militares, que imponen a los diplomáticos franceses una visión centrada en la seguridad y demasiado estrecha como para ser eficaz.