Salamanca, España
Internet ha transformado la forma en la que las bibliotecas de ciencias de la salud ofrecen información a los profesionales y ciudadanos y ha dado lugar a un debate sobre las funciones y competencias que las bibliotecas deben desempeñar en el siglo XXI. El rol del bibliotecario clínico como formador está jugando un papel relevante como experto en el manejo de la información, de los canales y de los flujos de información. En el área de Gestión Sanitaria Este de Málaga se realizó un diagnóstico sobre hábitos de lectura y escritura de los profesionales del área de Salud. Se detectó un uso deficiente de las herramientas, los recursos, los canales de difusión y la distribución de la información. Para corregir estas carencias, se diseñó un programa formativo para la consecución de las competencias digitales básicas propuestas en el Horizonte 2020 de la Unión Europea sobre Competencias Digitales. El objetivo fue diseñar, implementar y evaluar un programa formativo acorde con las directrices del marco europeo de competencias digitales. Se usaron las plataformas docentes del área sanitaria, así como herramientas de edición, distribución y comunicación que se incluyeron en las actividades de entrenamiento con la finalidad de “aprender haciendo”. Se concluye que las competencias digitales deberían estar consideradas como competencias trasversales en el diseño curricular de los profesionales de la salud. Poseer estas competencias permitirá a los profesionales desenvolverse de manera eficiente en el contexto de la e-Salud y de manera plena en la Sociedad del Conocimiento.