Mathias Reymond
¡Dejemos que entre el mercado! ¡Dejémosle! Desde los años 1980, en Francia, la cantinela no ha dejado de impregnar las políticas públicas con independencia del color del Gobierno. Una canción de sobra conocida también en España. De los municipios al Estado, se ha confiado al sector privado la gestión de numerosos bienes y servicios públicos, lo que ha permitido la constitución de rentas y de potencias (...)