En un contexto políticamente adverso, suele asumirse que los sindicatos tradicionales no tienen el interés de organizar a los trabajadores precarios. Sin embargo, estas no son organizaciones que actúen mecánicamente. Partiendo de una mirada comparada, este artículo propone que es crucial analizar los quiebres identitarios sobre los que definen sus estrategias, pero también las tensiones que estos abren. Sobre la base de una comparación de federaciones de trabajadores mineros de Chile y Perú, se explica cómo una orientación “clasista” permite la inclusión de los trabajadores precarios, aunque abriendo conflictos en torno a las prioridades de la organización.
In a politically adverse context, it is often assumed that traditional unions have no interest in organizing precarious workers. However, these are not organizations that act mechanically. Drawing on a comparative perspective, this article proposes that it is crucial to analyze the identity cleavages that define union strategies, but also the tensions that these open up. Through a comparison of mineworker federations in Chile and Peru, the article explains how a “class” orientation allows the inclusion of precarious workers, although opening conflicts regarding the organization’s priorities.