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El presente artículo tiene como objetivo aportar elementos para la deconstrucción de la per-cepción que se tiene de los Centros de Acogimiento Residencial, antes llamados Casas Hogar, para reconocerlos como modelos familiares sustitutos, trascendiendo con ello, la idea de que se trata sólo de espacios de alojamiento temporal dedicados a la atención de niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales y en condición de vulnerabilidad.Al inicio del documento, se hace un breve recorrido histórico, relativo a la política social que cobija y define el actuar de las Casas Hogar en México, resaltando tres momentos histó-ricos coyunturales: la época pos-revolucionaria y el naciente Estado benefactor, la década de los ochenta ante el reconocimiento y auge de los llamados derechos de los niños y finalmen-te, el que se configura, quizá, como el hito más importante en materia de atención a la niñez en nuestro país, el enmarcado a partir de la publicación y entrada en vigor de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en diciembre de 2014.Posteriormente se ofrece, desde el enfoque sistémico, la base teórica que sustenta el con-cepto de familia, sus tareas y elementos estructurales, componentes que permiten argumentar el planteamiento inicial de que, no se trata sólo de modelos institucionales de atención a menores de edad, sino de familias sustitutas con personalidad y características propias. Estos conceptos, recuperados, analizados y entrelazados a la luz de los hallazgos de una investigación de corte cualitativo realizada en 2014 y centrada fundamentalmente en iden-tificar la relación vincular que se establece entre niñas y niños albergados en una Casa Hogar de la Ciudad de México con sus cuidadoras primarias, permite reconocer a los Centros de Acogimiento Residencial, como un tipo de familia, a partir de la construcción del concepto: Familia Comunal Institucionalizada.
