La Unión de Naciones Suramericanas cumple 10 años en medio de una crisis existencial. Con la salida de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, se inició una desintegración regional con variables coyunturales previsibles. Pero la crisis del regionalismo posthegemónico no debe considerarse como un retroceso, sino como un llamado a la prudencia política y académica.