A pesar de que la Justicia estadounidense está investigando manipulaciones rusas en las elecciones de 2016, Washington se esfuerza por derrocar al presidente Nicolás Maduro en Venezuela. ¿Estaría justificada la injerencia, intolerable en territorio estadounidense, cuando la lidera Estados Unidos? Es lo que sugieren las elecciones rusas de 1996. Por aquel entonces, Washington y sus aliados influyeron todo lo posible para salvar a un presidente enfermo y desacreditado… en nombre de la democracia.