Ya nada va bien entre el Gobierno de Israel y los judíos de Estados Unidos. Mientras que el primero se desvía hacia la extrema derecha, los segundos se anclan al bando progresista con una firmeza cada vez mayor. Al igual que los activistas negros estadounidenses, solidarios con los palestinos desde hace mucho tiempo, fustigan hoy en día la ocupación y la colonización, que Washington apoya.