El pensamiento trinitario de Edith Stein constituye una apuesta intelectual para comprender tanto la unidad como la diversidad en Dios. Es así como en ella confluyen el pensamiento de Tomás de Aquino como su identidad hebrea. Su libro Ser finito y Ser eterno desarrolla con profundidad esta dinámica. El concepto de persona constituye el puente entre el hombre y Dios. Desde esta perspectiva el hombre es capax Dei en la medida que se configura con el ser personal de Dios; el cual es un regalo de la divinidad al hombre. Tanto la unicidad como la pluralidad en Dios son pensadas desde un modo ontológico, donde el nombre divino es clave en la comprensión del actuarsoteriológico y las relaciones no implican oposición sino una relación amorosa.
The Trinitarian thinking of Edith Stein constitutes an intellectual wager so as to be able to understand in so much as the unity and the diversity in God. This is why in her thoughts converge Thomas Aquinas´s teachings and her Hebrew identity. Her book Finite Being and Eternal Being profoundly develops this dynamic. The concept of person constitutes the bridge between man and God. From this perspective, man is capax Dei in as much as he shapes himself with the personal Being of God ; which is a gift from the Divinity to man. God´s uniqueness and plurality are taken from an ontological point of view, where the Divine Name is the key in the comprehension of the soteriological acting. These relations do not imply an opposition, but an amorous relationship.