La condición funcionarial como concreción de "competencia profesional y experiencia" actualmente en España comporta la ocupación por los funcionarios de los cuerpos y escales clasificados en el subgrupo A1 de un número nada desdenable de "altos cargos" en la Administración General del Estado. Una ocupación que si en el anverso registra el propósito de profesionalizar la franja político-administrativa que se extiende desde el Gobierno a la Administración pública stricto sensu, en el reverso conlleva una incontrovertida restricción de la facultad de libre dirección política por parte de los Gobiernos.