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Ricardo Gosalbo Bono 
La distinción entre el fondo y la forma basada en criterios rígidos y estancos ha cobrado renovada actualidad debido a una serie de pronunciamientos jurisprudenciales polémicos que han introducido requisitos formales desproporcionados en el ámbito del DI público, han puesto en tela de juicio su tradicional flexibilidad informal y han desequilibrado la necesaria realización de la justicia como conjunto unitario y ecuánime, a la vez procesal y material, en el Estado de Derecho internacional. Sin embargo, el análisis de la práctica internacional demuestra que la realización de la justicia internacional en la fase actual de cambios que experimenta la comunidad internacional requiere una fluida permeabilidad entre las fronteras del fondo y de la forma que se han convertido en interdependientes, ya que ninguno de las dos tiene gran valor autónomamente. Paralelamente, en el ámbito del DI privado, las necesidades del actual dinamismo del tráfico externo de los particulares y operadores económicos privados han expuesto la incapacidad e insuficiencia de la regla lex fori regit processum, en su tradicional formulación y aplicación exclusiva y unilateral, para evitar el trato desigual de las partes en el litigio y la frustración de la justicia material. Ante la ausencia de principios y reglas transnacionales procesales válidas universalmente, algunos legisladores y tribunales nacionales y, en particular la UE, han iniciado un loable desarrollo de normas de conflicto bilaterales de naturaleza procesal para resolver cuestiones pertinentes, particularmente de calificación y de aplicación de la ley extranjera.
The distinction between form and substance based on watertight, rigid criteria has experienced a renewed actuality owing to a series of controversial international judgments that have introduced disproportionate formal requirements in the field of public international Law. These new formal conditions have put into question the traditional informal flexibility of public international law and have impaired the realization of fairness as a unitary and impartial corpus, both procedural and substantive, within the international Rule of Law. Notwithstanding, an analysis of the relevant international practice demonstrates that the quest for international justice at the present stage of change that the international community is experiencing, demands a fluid permeability between the frontiers of form and substance, which have become interdependent and without great value when applied autonomously. Simultaneously, in the field of private International Law, the requirements of the present dynamism of the international relations and transactions between private individuals and economic operators have revealed the failure and inadequacy of the rule lex fori regit processum, as formulated and applied in its traditional, unilateral and exclusive scope, both for the purpose of assuring equal treatment between the parties in a dispute and for the realization of substantial justice. In the absence of procedural, transnational principles and rules accepted universally, some national legislators and courts, in particular the European Union, have had a laudable recourse to developing bilateral conflict rules of a procedural nature in order to meet the new challenges, in particular those relating to the characterization and the application of foreign law.
