Ignacio López Chocarro
La reciente derogación del RDL 21/2018, de 14 de diciembre, de medidas urgentes en materia de vivienda y alquiler abre muchos interrogantes, no tan solo acerca de lo que sucederá con los contratos de alquiler que se han suscrito durante su vigencia (en principio la derogación del RDL no produce la anulación de los efectos producidos durante su vigencia) sino especialmente acerca de la bondad del contenido de la reforma ahora dejada sin efecto.