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Sandra Candelas Tejada, Graciela Mulet López
Las violencias ejercidas contra las mujeres leídas como discapacitadas están tan naturalizadas en la sociedad que son una de las formas de discriminación menos visibles. Esta naturalización es fruto de un sistema de opresiones que tienen su origen en el hecho de ser mujeres y de ser leídas como discapacitadas, y por tanto, en una norma social sexista y capacitista. A través de la creación de un grupo motor de mujeres con diversidad funcional y la aplicación de instrumentos del diagnóstico participativo facilitamos un espacio formativo en el que: se visibilizó que la discapacidad cosifica a las mujeres y las somete a múltiples violencias encadenadas, naturalizadas y, por tanto, invisibilizadas; que esta situación las lleva a vivir en un estado permanente de tensión psicológica y física que pone a prueba sus recursos sociales y habilidades personales y orienta las soluciones hacia el miedo y la culpa; y que para abordar estas problemáticas se ha de tener en cuenta un enfoque psicosocial que permita a las mujeres salir de la situación de víctimas e incorpore los principios de reconocimiento, reparación y no repetición. Como conclusión al trabajo, se presentan una serie de estrategias individuales, colectivas e institucionales basadas en las propuestas de la Diversidad Funcional.
The many types of violence perpetrated against women who are perceived as being disabled is so naturalized in society that it has become one of the least visible types of discrimination. This naturalization is the fruit of a system of oppression that has its origins in the fact that these people are women and that they are perceived as being disabled, therefore, it is based on a sexist and ableist norm. Thorough the creation of a group of women with functional diversity as the driving force and applying various techniques based on participatory appraisal, we have created an educational space which gave visibility to the fact that disability reify women and brought them under multiple forms of violence, which are naturalized and make them invisible. This situation lead them to live in a state of permanent psychological and physical tension which constantly tests their social resources and personal abilities and orientates solutions towards fear and guiltiness. In order to tackle these problems is necessary to consider a psycho-social approach that allows women to get out of a victim situation and that incorporates principles of recognition, reparation and non-recidivism. As a conclusion, we present a number of individual, collective and institutional strategies based on proposals of Functional Diversity.
