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La conclusión a la que llega el Tribunal Supremo en la Sentencia de 1 de marzo de 2018 nos lleva a analizar, con las limitaciones propias de un trabajo de esta naturaleza, el concepto y caracterización de administrador de hecho y la posible configuración o no como tal del representante persona física del administrador persona jurídica a los efectos de exigirle la correspondiente responsabilidad. También examinaremos si el vigente artículo 236.5 de la Ley de Sociedades de Capital, introducido por la Ley 31/2014, resulta aplicable a la responsabilidad por deudas del artículo 367 de la Ley de Sociedades de Capital y a la calificación y responsabilidad concursal (art. 172 bis LSC), si bien en los litigios planteados con anterioridad a la reforma sería necesario acreditar todavía la condición de administrador de hecho del representante persona física del administrador persona jurídica administradora como ocurre en el caso que motiva la resolución que comentamos.
The conclusion arrived at by the Spanish Supreme Court in the first of March 2018 resolution leads us to analyse, with the limitations inherent to a study of this nature, the concept and characterization of the «de facto manager» and the possibility of considering as one a natural person who represents a manager, being the manager a corporate person, in regard to demand the corresponding legal responsibility. We will also examine if the standing article 236.5 of the «Ley de Sociedades de Capital», introduced by the Law 31/2014, can be applied to the responsibility for debts of the article 367 of the «Ley de Sociedades de Capital» and to credit classifying and responsibility on bankruptcy (article 172 bis LSC), whereas in the disputes originated before the legal reform it would be still necessary to demonstrate the condition of «de facto manager» of a natural person representing a manager who is a corporate person, as happened on the case resolved by the analysed resolution.
