El artículo trata sobre la posición que ocupa el ciudadano ante la Administración y las garantías que tiene frente a la misma. Se enfatiza la importancia de tal f igura puesto que constituye el fundamento de la actuación de la Administración pública. Sin él, la actuación de la Administración carece de sentido. Por ello, el Derecho Administrativo ha evolucionado de ser un Derecho del poder a ser un Derecho del ciudadano a una buena administración. Asimismo, el Estado es un Estado garante, un Estado que se preocupa porque los servicios gestionados por los particulares se realicen de forma correcta. Por último, se hace referencia a una serie de garantías que el ciudadano tiene frente a la Administración pero que con la nueva Ley de Procedimiento y la nueva Ley del Sector Público se ha desaprovechado la oportunidad de realzarlos y de conceder mayor importancia a la figura y derechos del ciudadano.
The article deals with the position that the citizen in the face of the Administration and the guarantees that it has. The value of such a figure is emphasized since it constitutes the basis of the performance of the public administration. Without it, the administration's actions are meaningless. For this reason, Administrative Law has evolved from being a right of power to being a citizen's right to a good administration. Likewise, the State is a guarantee State, a State that is concerned that the services managed by individuals are carried out correctly. Finally, reference is made to a series of guarantees that the citizen has in the face of the Administration, but with the new Law of Procedure and the new Public Sector Law, has lost the opportunity to enhance them and to give greater importance to the figure and Rights of the citizen.