Las soluciones eficientes son difíciles de adoptar porque implican una gran cantidad de información y exigen encontrar un punto óptimo que pondere los beneficios y costos involucrados. Una manera de simplificar esa tarea surge con la regla de oferta final (el juez acepta la posición de una u otra parte, de manera completa). El sistema eléctrico chileno contempla una regla de esa naturaleza para decidir las controversias que existen ante el denominado «panel eléctrico». Este artículo indaga en las consideraciones de eficiencia de tal regla y las complejidades que la oferta final plantea para los principios procesales tradicionales. Una regla alabada por los economistas para la adopción de decisiones podría hacer repensar (a los abogados) los mecanismos para resolver ciertos conflictos.
Efficient solutions are difficult to adopt, as they comprehend a large amount of information and require identifying an optimum point, which weighs up the benefits and costs involved. One means of simplifying this task arises with the final offer rule (the judge accepts the position of one or the other part, in a complete way). The Chilean electricity system provides for a rule of this nature to rule on disputes, which come before the so-called «electrical panel». This article will discuss the rule’s considerations of efficiency and the complexities, which the final offer presents for traditional procedural principles. A rule acclaimed by economists for taking decisions could cause lawyers to reconsider the mechanisms for resolving certain disputes.