Las mutaciones que está experimentando en los últimos cuarenta años la realidad humana, ambiental, económica y tecnológica constituyen un desafío para el orden jurídico. Problemas como la evolución y distribución de la población humana, los movimientos migratorios, las nuevas tecnologías de la información y la hiperconectividad que implican, el cambio climático, y la economía financiera, junto a otros semejantes a ellos, demandan una regulación para la que el autor no está seguro de que estemos preparados. Y pretender abordarlos con soluciones meramente verbales, como la apelación a palabras como networks resulta engañoso e ineficaz. El autor invita a los estudiosos del derecho a que sugieran posibles vías de solución a esa demanda de regulación.
The mutations that human, environmental, economic and technological realities are undergoing in the last forty years are a new challenge for legal orders. Problems such as the growth and distribution of human population, migration movements, new technologies of communication and the hyperconnectivity they imply, climate change and financial economies, and others similar in their structural features, demand a regulation the author is not sure we are prepared to implement. The claim to face them with merely verbal solutions, such as the appeal to words like networks, becomes deceptive and misleading. The author invites legal scholar to suggest some possible paths to the solution of these new needs of regulation.