Mónica Cano Abadía
En este artículo se pretende lanzar una invitación a realizar un análisis interseccional de algunas de las alianzas desubicadas que provoca el neoliberalismo y que generan precariedad diferencial. Una de las precariedades más urgentes que Europa ha de afrontar es la de la situación personas que buscan refugio en sus fronteras. Por otro lado, este artículo propone la necesidad de una redefinición de lo humano desde la vulnerabilidad y la responsabilidad. Consideramos que la propuesta de Judith Butler de reconocernos como seres constitutivamente vulnerables e interdependientes tiene efectos concretos en nuestra consideración de lo que reconocemos como humano, y en las propuestas éticas y políticas que podemos plantear a partir de esos nuevos modelos de humanidad. Rosi Braidotti, por otra parte, plantea una interesantísima redefinición de lo humano a través de su concepto de lo posthumano, que lanza un llamado ético y político a la justicia global cosmopolita. Por último, este artículo traza brevemente dos propuestas que invitan a y se apoyan en desplazamientos de las viejas lógicas de opresión y del concepto hegemónico y estanco de lo humano desde el cosmopolitanismo vernacular, de la mano de Homi Bhabha, y desde el multiculturalismo, de la mano de Will Kimlicka.
The aim of this paper is to propose the development of an intersectional analysis of some of the misplaced alliances that are created by neoliberalism and that generate differential precarity. One of the most urgent precarities that Europe has to face nowadays is the situation of people who are seeking refuge within its borders. Taking this precarity into account, this paper proposes the necessity of a redefinition of the human from the perspective of vulnerability and responsibility. It is considered in this paper that recognising ourselves as constitutively vulnerable and interdependent beings, as Judith Butler outlines, has concrete effects on our consideration of what is recognizable as human, and on the ethical and political proposals that we can make from these new models of humanity. Rosi Braidotti, on the other hand, suggests an interesting redefinition of the human through her concept of the posthuman, that makes an ethical and political call for the attainment of a cosmopolitan global justice. Finally, this paper briefly lays out two proposals that are founded on the displacement of old logics of oppression and the hegemonic and tight concept of the human, with Homi Bhabha's vernacular cosmopolitanism, and Will Kimlicka's multiculturalism.