Pau Marí-Klose, Alejandro Arias Lera
El Ingreso Mínimo Vital plantea dedicar en torno a 5.500 millones de euros anuales (0,5% del PIB) a asegurar un sueldo mínimo de recursos garantizados para los cientos de miles de hogares españoles sin ningún recurso, o con recursos insuficientes. De esta suma, alrededor de 2.000 millones de euros estarían destinados a una renta de infancia que elevaría a cuantías dignas las escasas prestaciones por hijo a cargo que actualmente reciben las familias más desfavorecidas. Los niveles de vulnerabilidad social y desigualdad existentes en España no permiten la inacción. La magnitud del reto exige respuestas decididas, y éstas sacrificios razonables que puedan explicarse y ser respaldados por amplios sectores de la ciudadanía. Anticipar y prevenir los costes de la desigualdad es una estrategia inteligente y responsable. Y sale a cuenta