Los principios de igualdad y contradicción definen la forma en que se diseña u organiza la justicia penal, mientras el “principio de contradicción” postula el resultado del proceso penal, consecuencia necesaria del conflicto o contradicción entre dos partes enfrentadas, a su vez, el “principio de igualdad procesal” refrenda que las partes posean igualdad de condiciones para disponer de sus oposiciones; por lo que puede cuestionarse: ¿existe igualdad entre partes, cuando constitucionalmente, como en los ordenamientos adjetivos respectivos, el Fiscal u órgano acusador es parte y ejecutor de la acción penal, representante del Estado en la aplicación del ius puniendi? ¿pervive la exigible nivelación de fuerzas para que el procesado enfrente al acusador en condiciones de genuina igualdad? Este trabajo responde e induce al debate de estas interrogantes al sugerir un recorrido de inevitable implicación histórica y analítica particular, sobre dichos principios rectores en materia de justicia criminal.
The principles of contradiction and equality define the form in which the criminal justice is designed or organized, while the “principle of contradiction” postulates the outcome of criminal proceedings, the necessary consequence of conflict or contradiction between two conflict sides, likewise, the “principle of procedural equality” reaffirms that the parties have equal conditions for their oppositions; for what can be called into question: Is there equality between parties, when constitutionally, as well as in the legal systems of the respective adjectives, the Prosecutor or prosecutorial organ is part and executor of the criminal action as State’s representative in the implementation of the ius puniendi? Does the required level of forces for the accused in front of the accuser, in conditions of genuine equality, endure? This work responds and induces to the debate on these questions to suggest a tour of historical and analytical inevitable involvement on these guiding principles in the field of criminal justice.