María Marta Maroto, Tomáš Došek
Este artículo reexamina la idea de Lijphart (1997) de que el voto obligatorio sea un instrumento efectivo para reducir la desigualdad del ingreso con un diseño de investigación cuasi experimental basado en la técnica de matching. Los resultados muestran que el voto obligatorio no tiene un impacto significativo sobre las políticas redistributivas. En base a la experiencia de América Latina, donde predomina el voto obligatorio junto a una alta desigualdad de ingresos, el artículo sostiene que el problema empírico del argumento lijphartiano se encuentra en el supuesto implícito de la existencia de un vínculo programático entre políticos y electores. Se sugiere como hipótesis alternativa que la combinación de alta participación electoral y alta desigualdad puede deberse a la prevalencia de un vínculo clientelar, frecuente en democracias con instituciones débiles.
This article re-examines Lijphart’s (1997) idea that compulsory voting is an effective instrument to reduce income inequality. Using a quasiexperimental research design based on a matching technique, the results show that compulsory voting does not have a significant impact on redistributive policies. Examining the experience of Latin America, where mandatory voting prevails along with high income inequality, the article argues that the empirical problem with Lijphart’s argument lies in the implicit assumption that there is a programmatic linkage between politicians and voters. An alternative hypothesis is proposed, that the combination of high electoral participation and high inequality may be due to the prevalence of clientelistic linkage, frequent in democracies with weak institutions.