Quezon City, Filipinas
Filipinas tiene una de las tasas más altas de desigualdad del sudeste asiático, y no para de crecer. La desigualdad aparece en distintas formas. Hay desigualdad entre las áreas urbanas y rurales; también en cuanto a la etnicidad. Pero la forma más grave de desigualdad es la estratificación de clases, que puede remotarse al pasado precolonial y colonial del país. Para rematar, los niveles de pobreza también son altísimos. Si bien es cierto que el concepto de justicia social ya estaba presente tanto en la Constitución de 1935 como en la de de 1973, no es hasta la Constitución de 1987 cuando se convierte en el foco de atención. No obstante, como veremos, ello no ha sido suficiente para poner fin a la desigualdad y erradicar la pobreza.
The Philippines has one of the highest rates of inequality in Southest Asia, and it is growing. Inequality in the Philippines takes various forms. There is the inequality between urban and rural areas. There is also the inequality borne out of ethnicity. But the most serious form of inequality is class stratification, that can be traced to the country’s pre-colonial and colonial past. To top it off, the levels of poverty are also very high. While the concept of social justice was already present in the 1935 and 1973 Constitutions, it was in the 1987 Constitution that it became the “centerpiece”.
However, as we will see, this has not been enough to put an end to inequality and to eradicate poverty.