El Consejo Europeo recordó que una condición previa para una política de la UE que funcione se basa en un enfoque global de la migración que combine un control más efectivo de las fronteras exteriores de la UE, una mayor acción exterior y los aspectos internos, de acuerdo con nuestros principios y valores. Se trata de un desafío que no concierne a cada Estado miembro, sino a la UE en su conjunto. Recordó también que desde 2015, se han puesto en marcha una serie de medidas para lograr el control efectivo de las fronteras exteriores de la UE.
Como resultado, el número de pasos fronterizos ilegales detectados en la UE se ha reducido en un 95% desde su máximo en octubre de 2015. A partir de aquí el Consejo Europeo está decidido a continuar y reforzar esta política para evitar un retorno a los flujos incontrolados de 2015 y para contener la migración ilegal en todas las rutas existentes y emergentes.