En América, la construcción de los Estados poscoloniales estuvo marcada por políticas de homogeneización sociocultural, en las que predominaron proyectos de “blanqueamiento”. Las poblaciones de la región que no aceptaron dichos proyectos han sido objeto de embates de los Estados orientados a lograr su exterminio físico o su aculturación forzada, siendo los pueblos indígenas y afrodescendientes los más afectados.