El trabajo discute cuáles pueden ser las fuentes de ventajas competitivas de las PYME y, en concreto, el papel que cumple en ellas uno de los rasgos más definitorios de estas empresas: la flexibilidad que su estructura les proporciona. A ello se añade la posibilidad de contar con una propiedad concentrada, lo que resuelve los problemas derivados de¡ conflicto de intereses entre accionistas y directivos. Sin embargo, entre las PYME encontramos muy diferentes tipos de propietarios (empresas familiares, pertenecientes a grupos, de carácter empresarial, por citar sólo varios casos), lo que nos obliga a estudiar el efecto previsible que esto tendrá sobre las estrategias que finalmente sigan. El trabajo concluye con un análisis descriptivo de¡ comportamiento de las PYME españolas que confirma la existencia de comportamientos diferenciales con respecto a las grandes empresas y entre las distintas categorías que se establecen en ellas.