Laura Raim
Vender un servicio sin tener que asumir el “coste del trabajo”: ¿acaso no es el sueño de cualquier accionista? Este sueño se ha convertido en realidad para algunos fondos de inversión, que colocan su dinero en escuelas privadas francesas en las que el Ministerio de Educación Nacional se sigue encargando de los salarios de los docentes. Sin embargo, esta situación no es más que un indicio de la creciente atracción ejercida por la enseñanza privada.