La desintegración de Yugoslavia hizo olvidar que este país había desempeñado un importante papel en las relaciones internacionales. En la época de las grandes luchas de liberación nacional, les proporcionó su respaldo, particularmente en África. Por aquel entonces, la Unión Soviética se mostraba más prudente, preocupada por preservar sus relaciones con Estados Unidos y con las antiguas potencias coloniales.