Durante la pasada primavera, Suazilandia celebró su medio siglo de independencia y, a la vez, el quincuagésimo cumpleaños de su rey, Mswati III. El monarca reina de forma absoluta en este pequeño país del África Meridional, cuarto productor de caña de azúcar del continente, y su clan se apropia de la parte esencial de la riqueza. Ante esta arbitrariedad, la población está perdiendo la paciencia.